Así es, Caperucita, "vuelo" por estos
montes en busca de tu esquivo lobo. A veces veo sus huellas y siento que lo tengo cerca y otras me pregunto si existirá. De cualquier manera la
foto está hecha con los piés en el suelo y la cámara sobre el vacio de los desplomes de la Peña
Salón.
Coincido con Manolo, muy bueno tu estilo literario y tu
historia, en el fondo creo que todas y todos tenemos un lobo o loba en nuestra vida.