Horreo, URBIES

En estos momentos estóy viendo mi pueblo y disfrutando de las preciosas montañas, qué alegría poder ver esos expléndidos verdores.
Respecto al ortigal también lo recuerdo, cuánto llorastéis, papá os besaba pero no había consuelo para vosotras, de verdad observandoos era para llorar, la bici no tenía la culpa pero sí vosotras que ibais frenadas- Un beso, vuestra tita Margarita.
Aqui mismo tuvimos un accidente mi prima y yo. Que conste que la bici la conducía ella y caimos a un ortigal las dos.
Horrio non, ye una Panera. Xan.