Gaviota, este nacimiento de escayola sin pintar lo compré hace mucho tiempo en una tienda de manualidades, pues salía mucho más barato. Son piezas grandes (de unos 30 cm) y me gustó mucho su naturalidad, sobre todo la unión con las miradas y las manos de la madre y el niño.
Comencé a pintarlo en tonos pastel para acentuar la dulzura y candidez de la escena, pero por falta de tiempo lo he ido dejando y sigue sin terminar, guardado en una caja de cartón. A ver si para la Navidad próxima lo termino...