Laviana siempre fué minera. La realidad del carbón sostuvo a esta comarca durante muchos años. ¡Cuanta gente conocida trabajó en la
mina!.
Ahora sólo unos cientos de trabajadores van al Pozu Carrio y la mayoría de los
Pozos Mineros y Bocaminas se encuentran solitarias, esperando alguna subvención que las recupere como
arqueología industrial.
Muchos prejubilaos del carbón, pasean por la Pola, echando su tiempo libre en
paseos,
huertos familiares, viajes, o emigran hacia Gijón con los guajes.
Les viejes Tolves aguantan demasiados años vacías y abandonadas a su suerte. Ya pasó el tiempo que hacían labores de cargadero de vagones del Ferrocarril de Langreo.
La Pola crece y cada vez se parece más a una ciudad dormitorio, donde los jóvenes cada mañana, coen el cohe y van a trabajar, cada vez más lejos.
Pero estamos en
fiestas y durante estos días, disfrutaremos del reencuentro con los
amigos que llegan de
Madrid, Gijón, Oviedo, Barelona,
León, etc...