En la
calle Milicias Nacionales se encuentra este singular
edificio de seis
plantas perteneciente al eclectismo y obra de
Miguel de la
Guarda en 1929, donde combina
miradores tradicionales con soluciones ornamentales historicistas.
A Juan Miguel de la
Guardia le gustaba que le dijeran que era ovetense por derecho propio, aunque nacido en
Santander. Y es no sólo ovetense por derecho propio, sino, además, un poco «
padre de
Oviedo», ya que Oviedo no sería tal como lo conocemos de no haber trabajado Juan Miguel de la Guardia en nuestra
ciudad. Tolivar Faes (
médico e historiador) le sitúa en una
tradición ilustre, como «digno continuador de los excelentes alarifes montañeses que en
siglos pasados dejaron en esta ciudad espléndidas muestras de su buen hacer».