Con los curas y los gatos, pocos tratos
Barriga llena corazón contento
A la tercera va la vencida
Yo seguiré soñando mientras pasa la vida, y quizás, poco a poco, dejaré de hacer versos, bajo el vulgar agobio de la rutina diaria, de las desilusiones y los aburrimientos. Tú, que nunca soñaste más que cosas posibles, dejarás, poco a poco, de mirarte al espejo.