Se me ha muerto mi padre. El me vió nacer y yo le vi morir. El me besó a mi llegada a este mundo y yo le dí el último beso en vida, luego todo fué silencio y dolor. Pero es ley de vida, duele pero es así, todos, tarde o temprano iremos al mismo sitio, sólo que yo pido que tarde mucho, la de la guadaña que espere, que no tenga prisani conmigo ni a los que aprecio y quiero.
Daniel Fernández Argüelles, "Caseta" para muchos compañeros de mina, de Felgueras, de La Reguerina, casado con Tina la fia de Rosendo y Concepción. Deja a mi madre viuda y huérfanos de su presencia a mi hermana Alegría y a mi. Primero tuvo la desgracia de ver morir a Raul y a Jose Manuel,"Camarero". ¡Que dolr más inmenso para un padre y una madre!
Vivimos muchos años en Santa Cruz de Mieres y despues unos pocos en Mieres y hasta ahora en Gijón, donde fué incinerado y sus cenizas echadas al mar que tanto amaba.
Siempre en nuestro corazón, papa y cada vez que pienso en mi Felgueres del alma, pensaré en aquel que me enseñó a buscar niales, a cojer truchas, a segar, a atar un forcau, a poner el xugu a les vaques, a buscar, a montar en burro y caballo, a facer siblates de castañu y zamploñes y.... tantas y tantas cosas que me dejo y me callo.
A los que leeis estas líneas os pido un piadoso recuerdo en su memoria. Gracias.
Daniel Fernández Argüelles, "Caseta" para muchos compañeros de mina, de Felgueras, de La Reguerina, casado con Tina la fia de Rosendo y Concepción. Deja a mi madre viuda y huérfanos de su presencia a mi hermana Alegría y a mi. Primero tuvo la desgracia de ver morir a Raul y a Jose Manuel,"Camarero". ¡Que dolr más inmenso para un padre y una madre!
Vivimos muchos años en Santa Cruz de Mieres y despues unos pocos en Mieres y hasta ahora en Gijón, donde fué incinerado y sus cenizas echadas al mar que tanto amaba.
Siempre en nuestro corazón, papa y cada vez que pienso en mi Felgueres del alma, pensaré en aquel que me enseñó a buscar niales, a cojer truchas, a segar, a atar un forcau, a poner el xugu a les vaques, a buscar, a montar en burro y caballo, a facer siblates de castañu y zamploñes y.... tantas y tantas cosas que me dejo y me callo.
A los que leeis estas líneas os pido un piadoso recuerdo en su memoria. Gracias.
