Ya en Octubre los
castaños se desprenden de la carga de
frutos y hojas dejando nuestro suelo cubierto por doquier con su excelente
fruto, por cierto de un exquisito sabor el de esta zona aunque no adquiera un gran tamaño. Es una delicia para el paseante poder agacharse en cualquier momento y degustar una buena
castaña y como no, recoger algunas para posteriormente asarlas en
casa.