Entre todas las esencias, aflora la belleza
por el cantábrico en un mágico recodo
que estremece su paisaje y, su entorno sonoro
embriaga el alma y despeja la cabeza.
Una joya en Asturias de la naturaleza
y de los cudillerenses con su decoro,
su patrimonio, su pixueto y demás tesoros,
como l’amuraleda y el humor que lo adereza.
El curadillo, el faro, el puerto, la atalaya,
geometría, figuras, fisonomía de ciudad
con sus cambios impresos por la acción del tiempo,
que respira por cielo y se desahoga por playas,
ante sala del mar, despensa de cantidad
y calidad, sus ricos productos de alimentos.
por el cantábrico en un mágico recodo
que estremece su paisaje y, su entorno sonoro
embriaga el alma y despeja la cabeza.
Una joya en Asturias de la naturaleza
y de los cudillerenses con su decoro,
su patrimonio, su pixueto y demás tesoros,
como l’amuraleda y el humor que lo adereza.
El curadillo, el faro, el puerto, la atalaya,
geometría, figuras, fisonomía de ciudad
con sus cambios impresos por la acción del tiempo,
que respira por cielo y se desahoga por playas,
ante sala del mar, despensa de cantidad
y calidad, sus ricos productos de alimentos.