SE ESFUMO PERDON
Venid cantando, rojos mineros,
un himno santo de redención.
De las montañas sed los primeros
conquistadores, sed los obreros
de las trincheras donde se grite: ¡Rebelión!
Sean los heraldos vientos y mares
de vuestro acento de rebeldía,
Sea el eco ronco de los cantares
los que destruya la tirania
y echen por tierra tronos y altares;
trepide el monte, trepide el llano,
á la luz roja de los barrenos,
y hasta las ondas del ocèano
de vuestras almas lleguen los trenes
tiemblen al golpe de vuestra mano
No cese nunca vuestra piqueta
racas y abismos de demoler
Alcemos fieros la mano inquieta
y la montaña de oro repleta
á nuestros golpes ha de ceder
Quebremos nuestra carcel, bravos mineros
gocemos libremente vida y amor
seamos nosotros hoy los primeros
conquistadores, y los guerreros
en la batalla contra el dolor.
Esto continua pero se me rompio el final
Venid cantando, rojos mineros,
un himno santo de redención.
De las montañas sed los primeros
conquistadores, sed los obreros
de las trincheras donde se grite: ¡Rebelión!
Sean los heraldos vientos y mares
de vuestro acento de rebeldía,
Sea el eco ronco de los cantares
los que destruya la tirania
y echen por tierra tronos y altares;
trepide el monte, trepide el llano,
á la luz roja de los barrenos,
y hasta las ondas del ocèano
de vuestras almas lleguen los trenes
tiemblen al golpe de vuestra mano
No cese nunca vuestra piqueta
racas y abismos de demoler
Alcemos fieros la mano inquieta
y la montaña de oro repleta
á nuestros golpes ha de ceder
Quebremos nuestra carcel, bravos mineros
gocemos libremente vida y amor
seamos nosotros hoy los primeros
conquistadores, y los guerreros
en la batalla contra el dolor.
Esto continua pero se me rompio el final