ABOÑO: Las playas de Carreño...

Las playas de Carreño
I
Las playas de Carreño
te saben de memoria,
pronuncian de memoria cada parte
del pecho que desnudas en su espuma,
pendiente de tu vientre silencioso.
Las playas de Carreño,
acaso cada arena
perdida en las corrientes del Cantábrico,
pronuncia la palabra de tus horas,
nos cuenta los misterios de tus tardes.

II
Y tú, como la brisa,
enciendes las pasiones
de aquellos que te miran en la arena,
de aquellos que vigilan en las playas
la voz de tu belleza inalcanzable.
Pues eres la princesa
de rocas y cantiles
que sabe de los llantos de las islas,
igual que las sirenas de Galicia,
llegando a las Asturias que te exclaman.

III
Y dices en Carreño,
en esos puertos tristes
y playas de la zona de Carreño,
tu nombre a las gaviotas que levantan
el vuelo hacia esos cielos que sucumben
al plomo de las densas nubaradas.
Y son las nubaradas
oscuras como el plomo,
pesadas como el plomo amenazante
que sabe de misterios, que nos dice
tu nombre en el hechizo que lo guarda.

IV
Y siento que en Carreño
te vuelves más divina,
que cada sortilegio te hace diosa
de un mar inesperado que madruga
igual que el bonitero con el alba.
Pues sabes que Carreño
contempla el alba siempre,
que llora la partida del marino
y goza con la espuma encabritada
que lucha con los viejos precipicios.

2019 © José Ramón Muñiz Álvarez