El
puente de la Z-40 sobre el Ebro es un puente en la ciudad de
Zaragoza por la que la autovía de circunvalación Z-40 salva el
río Ebro a la altura del distrito de Las
Fuentes, entre el núcleo del distrito y el
barrio rural de
La Cartuja. Permite cruzar el Ebro al tráfico de una ribera a otra (en la margen izquierda se halla la A-2 con la ruta
Madrid-
Barcelona y la A-23 con destino a
Huesca mientras que en la derecha se encuentra la N-232 - futura A-68 con el tráfico hacia
Castellón y
Tarragona) de forma urbana. Poco después de su inauguración, la ARA-A1 permitió hacerlo sin llegar a la ciudad. Localmente, conecta el este de la Margen Izquierda de la ciudad y los
barrios rurales de
Santa Isabel,
Movera y
Montañana con el sur de la ciudad (Valdespartera, Casablanca, Torrero-La Paz).
Es uno de los últimos
puentes en ser inaugurados en la ciudad, casi con la
Exposición Internacional Zaragoza 2008, siendo inaugurado en junio de 2008. Las obras, de una UTE entre Mariano López Navarro y OHL, habían comenado en 2005. Tiene una longitud de 396 metros que se sostienen gracias a cuatro pilares pilotados que resultan en cinco vanos que acumulan 26 metros de ancho.