Glorieta del Cid, durante la
feria de 1929, días antes de la inauguración de la
Exposición.
José Granados ordenó la Glorieta del Cid, que sirve de acceso a la de
San Diego y que permite gozar de una amplia perspectiva del conjunto de la entrada a la Exposición. Esta glorieta estaba presidida por la
escultura ecuestre del Cid, personaje legendario, que sin guardar relación alguna con las gestas del Descubrimiento, formaba parte de los símbolos del Certamen al representar alegóricamente la Hispanidad.
Por mediación de Mariano Benlliur, la colosal
estatua fue donada a
Sevilla por Anna Huntington, esposa del hispanista y multimillonario Archer Milton Huntington fundador de la Hispanic Society of America de Nueva York, que en aquella época estuvo muy vinculado con la ciudad realizando excavaciones arqueológicas en Itálica.
Monumento al Cid, en la Glorieta de su nombre.
El
Ayuntamiento dudó mucho para encontrar el lugar mas adecuado donde ubicar la estatua, re barajaron varios emplazamientos, hasta que se decidió colocarla en este lugar, siguiendo las recomendaciones del rey Alfonso XIII, acordándose hacerlo en el centro de la
plaza que antecede la entrada de la Exposición. Este monumento al Cid Campeador, fue inaugurado el 22 de septiembre de 1927, siendo alcalde Nicolás Díaz Molero.
El pedestal en
piedra fue diseñado por Vicente Traver, en el que se pueden leer en cada una de las caras de mayor longitud las siguientes leyendas:
SEVILLA
MORADA Y CORTE DEL REY POETA MOTAMID
HOSPEDO A MIO CID EMBAJADOR
DE ALFONSO VI Y LE VIO VOLVER
VICTORIOSO DEL REY DE
GRANADA.
Y en la otra
EL CAMPEADOR
FIRME CALAMIDAD PARA EL ISLAM
FUE POR LA VIRIL FIRMEZA DE SU CARÁCTER
Y POR SU HEROICA ENERGIA UNO DE LOS
GRANDES MILAGROS DEL CREADOR.