Maqueta del Castillo San Jorge, donde se pueden ver las 10 torres que lo rodeaban, SEVILLA

El origen del Castillo de San Jorge es desconocido, pero sus primeros pobladores fueron los visigodos, construyéndolo para defender a la escasa población de los ataques de Leovigildo.
Siglos después, en 1.171 el rey de Sevilla Abu Yacub Yusuf, manda construir el puente de barcas (nuestro Puente de Triana), amarrando las gruesas cadenas a los muros del castillo que contaba con diez torres como conjunto defensivo y que durante siglos, fue la única comunicación posible de Sevilla con Triana, el Aljarafe y la Sierra Norte.
Sevilla, totalmente amurallada y protegida, fue una de las empresas más importantes y difíciles de la Reconquista. Pero en Agosto de 1.247, Fernando III y su ejército, bordearon Sevilla. Las tropas castellanas comandadas por el Almirante Bonifaz, se afanaron durante los meses siguientes en dominar el río, el Castillo y el Puente de Barcas, quebrado este por una de las embarcaciones, dejando a Sevilla aislada y sin suministros a los musulmanes.
Tras varios intentos fallidos de negociación por parte del Emir árabe de la ciudad, Axataf, con Fernando III, se rinde y entrega el 23 de Noviembre las llaves de la ciudad, aún conservadas en la Catedral.
El estado de salud del monarca se resintió de manera alarmante debido al enorme desgaste y esfuerzos que realizó en sus empresas militares, en las que también estuvo su hijo Alfonso X el Sabio, quien en el asedio de la ciudad, envío misivas amenazando con pasar a cuchillo a sus habitantes si se derribaba una sola teja de la mezquita o un solo ladrillo de su alminar (la futura Giralda).
Fernando III fallece el 30 de Mayo del año 1252. Fue canonizado por el Papa Clemente X, de ahí que se le conozca cómo Fernando III el Santo o San Fernando, patrón de Sevilla.