Situada en el
barrio de la Macarena, junto a la
parroquia de
san Gil, está este templo al que tanto fervor tienen los sevillanos, por la imagen que se conserva en su interior, María Santísima de la Esperanza Macarena Coronada, o como popularmente se le conoce "La Macarena".
Está cobijada en el
retablo mayor, obra del taller de Juan Pérez Calvo. La imagen es anónima de finales del siglo XVII, muchos la relacionan con el
escultor Pedro Roldán e incluso con su hija la escultora Luisa Roldán, "la Roldana". Esta imagen realiza
estación de penitencia a la
catedral en la madrugada del Viernes
Santo. La basílica es lugar de peregrinación, ya que esta imagen tiene muchos devotos.