Sobre la
fachada del
Palacio de las Dueñas, este grupo escultórico realizado por el artista Julio López en recuerdo del poeta sevillano Antonio Machado, cuya infancia transcurrió en citado palacio.
El
monumento se compone de dos elementos que aluden a dos situaciones en el tiempo: el pasado y el presente. El primero está representado por un relieve, adosado a la pared, que nos recuerda la imagen de Antonio Machado, que enlaza hacia abajo -tras un canto a la
naturaleza- con la cabeza y parte del torso de una lectora, que atrae hacia sí un libro del poeta. El segundo elemento es una
escultura de una figura corpórea que evoca el presente, y por ello «se nos acerca». El conjunto fue diseñado por su autor para este lugar concreto, los muros del Palacio de las Dueñas, donde nació el poeta y vivió sus primeros años, lo que nos recuerda la
placa cerámica existente.