No solon fueron las primeras cuadrillas de Hermanos Costaleros de Lebrija (la del Cristo y la de la Virgen), sino de toda Andalucía. Ellos fueron los pioneros en cargar sin otro interés que el del amor a sus Titulares y seguro que la Hermandad en este año tan señalado no se olvida de tan insigne acontecimiento. Si todos los que hoy se meten debajo de una trabajadera, tuviésemos la mitad de vocación y espíritu cofrade que ellos, otro gallo cantaría. Va por ellos y que Nuestra Santísima Madre del Castillo los acoja muchos años bajo su manto.
Un hermano.
Un hermano.