OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

EL SAUCEJO: Tengo la necesidad de confesar algo que ni siquiera...

Tengo la necesidad de confesar algo que ni siquiera sé si es pecado y en que sitio mejor para hacerlo que en la página de mi pueblo, por si algún paisano o paisana se encuentra en la misma situación que yo. Estoy enamorado de la música y poesía de de Serrat. Esto ya viene de lejos, viene desde el principio mismo de la carrera del artita cuando yo aún no entendía bien el catalán y era un compañero de trabajo quién me traducía sus canciones. Esto pasaba poco después de llegar yo a Cataluña. Hubo un tiempo que si se hablaba de música entre amigos, yo preguntaba ¿Quién te gusta más, por o Serrat? Si la respuesta no era la que yo esperaba, Serrat, ya sabia yo que aquella persona andaba escasa de criterio, al menos en lo que a música y poesía se refiere. Diré más, la que ahora es mi mujer tardó un tiempo en rendirse, no a mí, a Serrat y no fue hasta ese momento cuando yo estuve seguro que nuestra relación tenia una base sólida. Solía yo compararlo con poetas como Alberti, Machado, Hernández y casi se me echaban encima y mira por donde que ha sido toda una Complutense nombrándolo Doctor honoris causa que ha venido a darme la razón. “El Nano” ha sabido pintar el mundo que muchos habíamos dejado atrás y el que empezábamos a encarar y nos ha hecho quererlos y sentirlos a ambos como algo nuestro. El mundo de Serrat es como un trigal verde donde van a jugar los niños y siempre hace sol, puedes correr, saltar, revolcarte y hasta jugar los juegos prohibidos y nunca te pilla el guarda. Por poner otro símil campestre, es como un olivar donde no hay dos olivos iguales con sus formas sobrias, retorcidas y el arrullo de la tórtola como música de fondo y que no se puede comparar con ninguna otra arboleda, porque el olivar es infinitamente más bonito.
Ahora es el momento de ir a por el Nóbel, si estuvo propuesto Bob Dilan, a Serrat no se lo podrán negar. Josesramirez@wanadoo.es.