Cada uno es ya mayorcito para hacer ascos a la droga. Son las autoridades las que tienen que mirar por ello, no el conjunto de la población. Se han puesto a pensar una cosa... Visto lo visto que hay en la sociedad (droga, delincuencia, puterío, homosexualidad corrompida...) lo mejor que puede hacer la gente es acercarse a las hermandades. ¡Qué más da si el pique es más o menos sano! Lo verdaderamente nocivo queda fuera de ese pique... Eso es sin duda lo mejor.