Hay que seguir insistiendo en el tema: no hay mayor desgracia en este mundo que la falta de intelectualidad. No se pueden consentir las faltas de ortografía a estas alturas. Todo el mundo puede estudiar, absolutamente todo el mundo. Hace 40 años el contexto era totalmente distinto, pero ya no hay excusas. Depositemos nuestra ira en estos mensajes tan nefastos que por aquí pueden leerse, independientemente del contenido de los mismos.