Al taliban de los insultos y las amenazas:
No se a quién estas insultando ahora, pero estoy cansado de deciros que cuando escribís o decís algo os definís perfectamente, en este pueblo hasta que aparecisteis los iluminaos no había odio lo habéis traído vosotros,
Verás no he visto insultos en vuestra contra, por lo menos de importancia, pero a ese al que te refieres, que no se quién es, ha debido dar bien en el clavo, ha debido tener mucha razón en algo que te haya dicho, nada más que hay que ver lo que tu le has dicho: depravado, fascista, sinvergüenza, maquiavélico, extremistas, antidemócrata, usurero, depravado mental, loco y encimas insultas a su mujer y lo amenazas, cosas que venís haciendo a mucha gente y desde hace mucho tiempo.
Todo eso sin saber siquiera quién es, no se que es lo que ha puesto para que te definas así, pero debe de llevar mas razón que un santo.
Aquí los insultos vienen siempre de vuestro bando y las amenazas también, ya se que sois cuatro, pero vaya tela el porculito que dais y la gente que tenéis jarta.
¡Ah! Dejad ya el cuento de “yo era socialista”, no cuela.
No se a quién estas insultando ahora, pero estoy cansado de deciros que cuando escribís o decís algo os definís perfectamente, en este pueblo hasta que aparecisteis los iluminaos no había odio lo habéis traído vosotros,
Verás no he visto insultos en vuestra contra, por lo menos de importancia, pero a ese al que te refieres, que no se quién es, ha debido dar bien en el clavo, ha debido tener mucha razón en algo que te haya dicho, nada más que hay que ver lo que tu le has dicho: depravado, fascista, sinvergüenza, maquiavélico, extremistas, antidemócrata, usurero, depravado mental, loco y encimas insultas a su mujer y lo amenazas, cosas que venís haciendo a mucha gente y desde hace mucho tiempo.
Todo eso sin saber siquiera quién es, no se que es lo que ha puesto para que te definas así, pero debe de llevar mas razón que un santo.
Aquí los insultos vienen siempre de vuestro bando y las amenazas también, ya se que sois cuatro, pero vaya tela el porculito que dais y la gente que tenéis jarta.
¡Ah! Dejad ya el cuento de “yo era socialista”, no cuela.