![Hermandad de Vera y Cruz](/fotos_originales/9/5/9/00107959.jpg)
Otra vez te miro, Madre de Las Angustias, con mi asombro enamorado; y miro absorto, imán de ensoñaciones, tu rostro fiel a la memoria imperturbable.
Y en este vaivén de miradas, y en pasmo dilatado, remiro el bien de tu belleza y tu inenarrable luz de levedades.
Y en este vaivén de miradas, y en pasmo dilatado, remiro el bien de tu belleza y tu inenarrable luz de levedades.