Bueno, pues aunque me voy, no me voy, aunque me voy no lo siento, Emi, gracias hombre por tus amables palabras, así como las de Fermina, siempre tan considerada, educada y levantando el ánimo con su elogios hacia lo que con mayor o menor acierto plasmo por aquí, y a tí tambien querida Maribelpc, en tu pueblo no escribo está que "echa chispas" mi mente tiene mucha fantasia y en lugares historicos me recreo profundamente, eso me pasó en Moguer, no llegué a nombrar a Zenobia, siempre habló a media voz, pues de ella se conocerían de primer orden las miserias y grandezas del Premio Nobel de Moguer, la imagen de una Zenobia llena de inquietudes culturales, politicas, empresariales y sociales, quizás algo esnob y totalmente enamorada de Juan Ramón Jimenez, pero hay mucho más puesto que la figura de Zenobia y Juan Ramón, fueron inseparables,
Algunos han querido cimentar la imagen de Juan Ramón como hombre caprichoso, tiránico e insoportable, "algo que no se corresponde con la realidad, Juan Ramón era un hombre enfermo, padecía graves depresiones nerviosas que le hacian actuar como la persona que no era. Cuando estaba bien todos le recuerdan como un hombre, alguien especialmente amable y cariñoso, pero lo cierto es que el poeta no sale muy bien parado en algunos textos, especialmente cuando se muestra de una forma egoista en los momentos de la dura enfermedad de Zenobia Camprubi, padecía cáncer, sobre todo Juan Ramón y Zenobia sufrieron un amor muy profundo que ninguna circunstancia pudo alterar, ambos le tenian un profundo amor a España y su preocupación por los grades problemas del mundo, las últimas palabras de Zenobia fueron para su sobrino Paco, le escribia una carta, en la que le decía; Queridísimo Paco de alma: Dentro de un par de dias viene a escribirte una carta (una buena carta completa) una buena chica nacida nacida en Madrid, pero no quiero dejar de decirte cuanto antes que me vuelvo a Puerto Rico sin operarme, porque el cirujano ha sido demasiado concienzudo para emprender una operación que comprende llega demasiado tarde. Ya no hay más que encontrar un médico con quien regresar, no sé si decirle a J.R. Porque me parece demasiado cruel, la verdad. Ahora que estoy deshuciada espero que el Cardenal de Victoria venga en mi socorro, y ya sabes que algunos buenos cirujanos, son malos profetas, como este que predijo en 1.950, que mi operación habia sido la más limpia de su vida y que para él estaba curada para siempre. Cinta Varón te mandará una copia del testamento depositado en el Consulado de España en San Juan de Puerto Rico, que se abrirá a su debido tiempo cuando Dios me llame si el Cardenal (Se refería al Cardenal Spínola) al que pedía un milagro para su canonización) no detiene su Augusta Mano. Dios os bendiga a todos.
Conociendo estos pasajes reales de amor, enfermedades, y resignación, cada vez que veo Moguer, me sale alguna prosa, me quedo extasiado pensando en las palabras tan hermosas, que diría J.R. En momentos tan dificiles, a mí me salen muchas que le hubiese dicho a Zenobia, bajo las débiles luces de las esquinas de una noche cualquiera, a la luz de la luna tan hermosa que se refleja en Moguer, a la orilla de un arroyo, donde está el chópo triste, pues quizas se recuede de Zenobia, el alegre canto del chamarí, que parece fué testigo de ese amor, el mulo blanco pastando, sobre el color oro viejo del rastrojo, y en espera de que lleguen las bondadosas aguas del Otoño, y el inmortal Platerillo,
Que tambien murió de forma digna, y dió tristeza al fin de la obra del poeta.
¡Espero algún dia reflejar mis sentimientos, y llegar a vuestros corazones! pues de verdad, que ese dia os ofreceré el mio y mis sentimientos.
Besos para todas y a ti Emigrao un abrazo muy fuerte y afectuoso.
El Poeta.
Algunos han querido cimentar la imagen de Juan Ramón como hombre caprichoso, tiránico e insoportable, "algo que no se corresponde con la realidad, Juan Ramón era un hombre enfermo, padecía graves depresiones nerviosas que le hacian actuar como la persona que no era. Cuando estaba bien todos le recuerdan como un hombre, alguien especialmente amable y cariñoso, pero lo cierto es que el poeta no sale muy bien parado en algunos textos, especialmente cuando se muestra de una forma egoista en los momentos de la dura enfermedad de Zenobia Camprubi, padecía cáncer, sobre todo Juan Ramón y Zenobia sufrieron un amor muy profundo que ninguna circunstancia pudo alterar, ambos le tenian un profundo amor a España y su preocupación por los grades problemas del mundo, las últimas palabras de Zenobia fueron para su sobrino Paco, le escribia una carta, en la que le decía; Queridísimo Paco de alma: Dentro de un par de dias viene a escribirte una carta (una buena carta completa) una buena chica nacida nacida en Madrid, pero no quiero dejar de decirte cuanto antes que me vuelvo a Puerto Rico sin operarme, porque el cirujano ha sido demasiado concienzudo para emprender una operación que comprende llega demasiado tarde. Ya no hay más que encontrar un médico con quien regresar, no sé si decirle a J.R. Porque me parece demasiado cruel, la verdad. Ahora que estoy deshuciada espero que el Cardenal de Victoria venga en mi socorro, y ya sabes que algunos buenos cirujanos, son malos profetas, como este que predijo en 1.950, que mi operación habia sido la más limpia de su vida y que para él estaba curada para siempre. Cinta Varón te mandará una copia del testamento depositado en el Consulado de España en San Juan de Puerto Rico, que se abrirá a su debido tiempo cuando Dios me llame si el Cardenal (Se refería al Cardenal Spínola) al que pedía un milagro para su canonización) no detiene su Augusta Mano. Dios os bendiga a todos.
Conociendo estos pasajes reales de amor, enfermedades, y resignación, cada vez que veo Moguer, me sale alguna prosa, me quedo extasiado pensando en las palabras tan hermosas, que diría J.R. En momentos tan dificiles, a mí me salen muchas que le hubiese dicho a Zenobia, bajo las débiles luces de las esquinas de una noche cualquiera, a la luz de la luna tan hermosa que se refleja en Moguer, a la orilla de un arroyo, donde está el chópo triste, pues quizas se recuede de Zenobia, el alegre canto del chamarí, que parece fué testigo de ese amor, el mulo blanco pastando, sobre el color oro viejo del rastrojo, y en espera de que lleguen las bondadosas aguas del Otoño, y el inmortal Platerillo,
Que tambien murió de forma digna, y dió tristeza al fin de la obra del poeta.
¡Espero algún dia reflejar mis sentimientos, y llegar a vuestros corazones! pues de verdad, que ese dia os ofreceré el mio y mis sentimientos.
Besos para todas y a ti Emigrao un abrazo muy fuerte y afectuoso.
El Poeta.