Está ubicado en el lugar que los Reyes Católicos acamparon en el asedio a
Málaga en la Reconquista. Fue inicialmente una
ermita, construyendo la
iglesia a comienzos del siglo XVI. Su estado forzó a su derribo y nueva construcción que finalizó en 1700. Destaca su
torre camarín, pieza clave del barroco español, una de las primeras en construirse en el país a semejanza de la de Guadalupe.
El templo es de planta en
cruz latina,
coro elevado a los pies y, entre las pilastras, pequeños
balcones tribuna abiertos a la nave central, construcción propia de la Contrarreforma. Su nave central es más ancha y alta que las laterales para conseguir una luz dirigida a las
capillas, la
bóveda del crucero y el espacio luminoso tras el
retablo. Los
edificios anexos fueron derribados concibiéndose una amplia
plaza que se inauguró en 1998.