GAUCIN: Un día llegue a Gaucin, eran sobre las doce de la mañana,...

Un día llegue a Gaucin, eran sobre las doce de la mañana, del mes de septiembre de 1967, viajábamos dos soldados en un tren de mercancías, con carga militar, y en aquella estación existía una cantina, donde me trataron fabulosamente bien, aquella señora sin cobrarme ni una sola peseta, me regalo una aguja de coser con su hilo, y unas manzanas, además de una botella de vino. Quise pagarla con mí dinero, pero me lo regalo diciendo, que tenía a un hijo suyo de mí misma edad, en el servicio militar en África. Nunca más he vuelto por aquel lugar de muchísimos montones de cascaras de alcornoque, pero siempre lo tuve en mí memoria, le agradecí en aquel momento y ahora mismo tan buen detalle, que tuvo conmigo, Un saludo de agradecimiento a esa buena gente, que te hace feliz el camino en los momentos más duros de tú vida. G X Cantalapiedra