José Antonio, mi pequeño, te has ido y me has dejado un gran vacío que jamás nadie podrá llenar, sólo lo harás tú cuando volvamos a estar juntos. Hasta ese día me dedicaré a seguir queriéndote como siempre lo he hecho, pensando cada instante en tí, y pidiendo a tu tía Isabel que te cuide allá donde estéis, como siempre lo ha hecho. Tu abuela que vive para recordarte y quererte.