Ilustración de la historia de la reina mora y el milagro de La Fuensanta, del pintor villanovense -NULA-.Año 1.961.Dice así:
-El moro Alí Menón Rey de Iznatoraf informado de que su mujer se instruía en la ley de los cristianos, mandó le fuesen cortadas las manos y le sacasen los ojos y la abandonase en un monte a media legua de Iznatoraf, así lo ejecutaron los ministros de su rigor.
Dolorida y sedienta por la falta de sangre pidió a María Santísima los auxilios divinos y acercándose a un arroyo, que cerca de sí sentía correr, metió uno de sus sangrantes brazos hallando totalmente su mano restituída, metió el otro brazo ocurriendo el mismo milagro. Con la mayor fe, invocando a María Santísima, pidió el favor de la vista y lavando sus cavidades de los ojos con tan milagrosa agua los halló inmediatamente y lo primero que vió cerca de sí fué a Santa María Santísima(Virgen de La Fuensanta) de los cristianos que los mozárabes veneraban en Iznatoraf llena de gracia y de gloria.
Este pasaje hace el mayor primor de la historia del licenciado Escudero del Rey San Fernando en el capítulo IV.
-El moro Alí Menón Rey de Iznatoraf informado de que su mujer se instruía en la ley de los cristianos, mandó le fuesen cortadas las manos y le sacasen los ojos y la abandonase en un monte a media legua de Iznatoraf, así lo ejecutaron los ministros de su rigor.
Dolorida y sedienta por la falta de sangre pidió a María Santísima los auxilios divinos y acercándose a un arroyo, que cerca de sí sentía correr, metió uno de sus sangrantes brazos hallando totalmente su mano restituída, metió el otro brazo ocurriendo el mismo milagro. Con la mayor fe, invocando a María Santísima, pidió el favor de la vista y lavando sus cavidades de los ojos con tan milagrosa agua los halló inmediatamente y lo primero que vió cerca de sí fué a Santa María Santísima(Virgen de La Fuensanta) de los cristianos que los mozárabes veneraban en Iznatoraf llena de gracia y de gloria.
Este pasaje hace el mayor primor de la historia del licenciado Escudero del Rey San Fernando en el capítulo IV.