En un viaje de ida y no de vuelta, tanta gente esperando llegar a la rutina de todos los días,para mas tarde en su
casa poderse relajar.
Llegó la mano asesina sin tapujos ni escrúpulos esperando festejar el resultado del triste final.
¡Qué reparo tan cruel tuvo Dios al no caer que en el cerebro cabía el mal¡
Pero somos
pueblo consolidado, hecho a base de hierro y forjado, que con
escudos blindados evitamos mayores males para vivir la verdadera vida que tiene sentido esencial... Fmdo.un villanovense
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