Amigos os pego la crónica que Andrés realiza sobre las fiestas de San Gregorio, con el único fin de poneros a algunos los dientes largos jajaja.
Yo este año no e estado, pero si estuve el año pasado después de mas de 40 y aunque todo ahora es diferente, lo pase muy bien.
Eso si eche en falta aquel carrusel, aquellas cunicas………Era diferente entonces, pero no por eso ahora no deja de ser atractivo, y como no emotivo.
“Buen ambiente, ganas de pasarlo bien y mucha devoción. Este es el resumen de la recién clausurada feria de San Gregorio de este año. Vilcheños y vecinos de los municipios aledaños disfrutaron, durante el fin de semana, de los días más señalados del calendario festivo.
Los vilcheños se echaron a la calle para celebrar unas fiestas que, de nuevo, este año, estuvieron marcadas por la lluvia, que hizo acto de presencia el viernes por la noche y toda la jornada del domingo. Pero los chaparrones no lograron empañar la fiesta y las ganas de divertirse de los vecinos. Las casetas instaladas en el ferial estuvieron abarrotadas, durante todo el fin de semana, de familias y pandillas de amigos que buscaban, cerveza en mano, la charla, el humor y el buen comer. La fiesta tuvo, el sábado por la tarde, uno de sus momentos más especiales y emotivos con la procesión de San Gregorio desde su ermita, en el popular barrio de Los Mesones, hasta la iglesia de San Miguel Arcángel. Lo acompañaron las carretas de feria que engalanaron diferentes asociaciones del municipio, así como un gran número de caballistas ataviados con el típico traje romero y decenas de devotos de este santo vilcheño, de quien cuenta la tradición que las “mozicas solteras” le enseñaban discretamente el tirante del sostén y le decían aquello de “San Gregorio, échame un novio”.
El trono del santo lo portaban vecinos del barrio de Los Mesones y en sus andas se veían los enormes roscos de pan con matalaúva, que —como manda la tradición— son donados, año tras año, a modo de promesa, por todo aquel que desea obtener un favor de San Gregorio.
Un día después y tras la apresurada procesión de regreso del santo a su ermita, se repartieron los roscos a todos los vilcheños y se celebró una misa. Luego, hubo quien, desafiando al mal tiempo, optó por seguir de casetas, mientras que los aficionados al fútbol se desplazaron al campo municipal de deportes, donde el equipo local disputó un partido crucial para mantener la categoría. Pero no todos los actos se pudieron celebrar. La lluvia obligó a suspender el festejo taurino programado como broche de oro de las fiestas. La corrida, sin embargo, se celebrará, el sábado día 22, y en ella torearán el novillero toledano Javier Martín y el diestro local Luis Olmo, que debutará como novillero con picadores. Otro momento destacado de la feria fue la degustación de una paella gigante, organizada por la Concejalía de Festejos.”
Yo este año no e estado, pero si estuve el año pasado después de mas de 40 y aunque todo ahora es diferente, lo pase muy bien.
Eso si eche en falta aquel carrusel, aquellas cunicas………Era diferente entonces, pero no por eso ahora no deja de ser atractivo, y como no emotivo.
“Buen ambiente, ganas de pasarlo bien y mucha devoción. Este es el resumen de la recién clausurada feria de San Gregorio de este año. Vilcheños y vecinos de los municipios aledaños disfrutaron, durante el fin de semana, de los días más señalados del calendario festivo.
Los vilcheños se echaron a la calle para celebrar unas fiestas que, de nuevo, este año, estuvieron marcadas por la lluvia, que hizo acto de presencia el viernes por la noche y toda la jornada del domingo. Pero los chaparrones no lograron empañar la fiesta y las ganas de divertirse de los vecinos. Las casetas instaladas en el ferial estuvieron abarrotadas, durante todo el fin de semana, de familias y pandillas de amigos que buscaban, cerveza en mano, la charla, el humor y el buen comer. La fiesta tuvo, el sábado por la tarde, uno de sus momentos más especiales y emotivos con la procesión de San Gregorio desde su ermita, en el popular barrio de Los Mesones, hasta la iglesia de San Miguel Arcángel. Lo acompañaron las carretas de feria que engalanaron diferentes asociaciones del municipio, así como un gran número de caballistas ataviados con el típico traje romero y decenas de devotos de este santo vilcheño, de quien cuenta la tradición que las “mozicas solteras” le enseñaban discretamente el tirante del sostén y le decían aquello de “San Gregorio, échame un novio”.
El trono del santo lo portaban vecinos del barrio de Los Mesones y en sus andas se veían los enormes roscos de pan con matalaúva, que —como manda la tradición— son donados, año tras año, a modo de promesa, por todo aquel que desea obtener un favor de San Gregorio.
Un día después y tras la apresurada procesión de regreso del santo a su ermita, se repartieron los roscos a todos los vilcheños y se celebró una misa. Luego, hubo quien, desafiando al mal tiempo, optó por seguir de casetas, mientras que los aficionados al fútbol se desplazaron al campo municipal de deportes, donde el equipo local disputó un partido crucial para mantener la categoría. Pero no todos los actos se pudieron celebrar. La lluvia obligó a suspender el festejo taurino programado como broche de oro de las fiestas. La corrida, sin embargo, se celebrará, el sábado día 22, y en ella torearán el novillero toledano Javier Martín y el diestro local Luis Olmo, que debutará como novillero con picadores. Otro momento destacado de la feria fue la degustación de una paella gigante, organizada por la Concejalía de Festejos.”