Bueno Juani, ahora que me desfogue un poco de mi Vilcherismo os contare la historia de brinquitos.
“Venia un día el buen hombre con su borrico de coger una carga de jarones del mesto, cuando de repente en medio del camino se encuentra un talego con dos panes dentro, al principio pensó traérselo y compartirlo con su madre y hermanos pero…….. conforme iba andando mas pensaba en los dos panes…………. pudiendo el hambre mas que la ilusión de llevar a su casa comida, se lío orilla a orilla, y antes de llegar a caña alta ya se había ventilado los dos panes.
Cuando llego a su casa no dijo nada a su madre, y esta poco después le puso sobre la mesa un guisao de guijas que no se lo saltaba un galgo. A el no le cabía en la barriga ni un grano de alpiste, pero……….. si le decía a su madre que no tenia hambre, seguro que le da un patatús a la mujer pensando que a su hijo le pasaba algo, pues en esos tiempos asta las guijas eran un manjar. Así que se puso manos a la obra y entre trago de agua y cuchara se metió las guijas entre pecho y espalda.
Poco después vinieron las consecuentes reacciones……….. se fue a “la chorrera” (este sitio estaba junto las cuevas de vista alegre) y allí detrás de una higuera que me parece que aun esta, empezó a “largar” guijas por la boca, el dice que se aguanto, hasta que empezó a salir el pan ……………entonces se echo las dos manos al pescuezo y se dijo que antes se ahogaba que dejar salir los dos panes……………y cuenta que al final se salio con la suya y los dos panes se cocieron en su barriga”.
Otro dia os contare lo de cómo se llego a comer una cuchara.
Un abrazo
“Venia un día el buen hombre con su borrico de coger una carga de jarones del mesto, cuando de repente en medio del camino se encuentra un talego con dos panes dentro, al principio pensó traérselo y compartirlo con su madre y hermanos pero…….. conforme iba andando mas pensaba en los dos panes…………. pudiendo el hambre mas que la ilusión de llevar a su casa comida, se lío orilla a orilla, y antes de llegar a caña alta ya se había ventilado los dos panes.
Cuando llego a su casa no dijo nada a su madre, y esta poco después le puso sobre la mesa un guisao de guijas que no se lo saltaba un galgo. A el no le cabía en la barriga ni un grano de alpiste, pero……….. si le decía a su madre que no tenia hambre, seguro que le da un patatús a la mujer pensando que a su hijo le pasaba algo, pues en esos tiempos asta las guijas eran un manjar. Así que se puso manos a la obra y entre trago de agua y cuchara se metió las guijas entre pecho y espalda.
Poco después vinieron las consecuentes reacciones……….. se fue a “la chorrera” (este sitio estaba junto las cuevas de vista alegre) y allí detrás de una higuera que me parece que aun esta, empezó a “largar” guijas por la boca, el dice que se aguanto, hasta que empezó a salir el pan ……………entonces se echo las dos manos al pescuezo y se dijo que antes se ahogaba que dejar salir los dos panes……………y cuenta que al final se salio con la suya y los dos panes se cocieron en su barriga”.
Otro dia os contare lo de cómo se llego a comer una cuchara.
Un abrazo