En vez de tanto discutir, y tantos reproches de política, nos unieramos los
torreños y le diéramos una solución al problema que tenemos con la
fábrica de aceites, pues mientras algunos pocos torreños discutimos de politica otros pocos se han dedicado a robarnos nuestro trabajo, aceite, sudor, entusiasmo.que pena de verdad. Asi el
pueblo va como va.
Un año con la fábrica, otros años serán las
cerezas, y otros los riegos, asi poco a poco el cortijo será de unos cuantos y los pobres nos tendremos
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