Si en la tierra fuiste bella
Y el mundo te aclamó
Santa
Hoy es ya tu gloria tanta
Que eres del
cielo la estrella.
De fulgor más esplendente
La más encendida rosa;
Se Quiteria bondadosa
Con tus devotos clemente.
Tiene en tu pecho su
nido
La fecunda caridad
Y con largueza y bondad
Consuelas al afligido.
Eres para el indigente
Su providencia amorosa;
Se Quiteria bondadosa
Con tus devotos clemente.
Curas enfermos sin cuento
De calenturas mortales
Parálisis y otros males
Y al hidrófobo
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