En el censo de Linares de 1902-1903, al llegar al de la calle Iglesia se hace un apartado especial para los presos de la cárcel, que entonces era el edificio que hoy se conoce como El Antiguo Pósito.
Curiosamente, de la veintena de presos que aparecen en la lista sólo hay una mujer y ésta es una sileña que tiene treinta años y se llama Lucía Garrido Campayo.
Curiosamente, de la veintena de presos que aparecen en la lista sólo hay una mujer y ésta es una sileña que tiene treinta años y se llama Lucía Garrido Campayo.