De nuevo de ruta a la piedra del agujero. El lunes, Manuel, su mujer y yo a las seis de la tarde, emprendimos la ruta, fuimos en coche hasta el Pozo de la Nieve y desde allí cogimos el sendero bordeando la piedra dando vista a la Hueta y comenzamos a subir por el sendero del ganado entre los romeros adormecidos por la falta de agua. Cumplimos nuestro objetivo, una vez arriba la imagen de la sierra nos daba la bienvenida, el horizonte al atardecer, el olor a tomillo seco, recién pisado, el paisaje lleno de diversos verdes, que contracta con los ocres que rodean el blanco de los cortijos. Cierro los ojos, para guardar en mi memoria este tesoro, respiro despacio y mis pulmones se van llenando del aire puro de la sierra, con olores a mil fragancias y una vez mas tengo la certeza que la belleza esta aquí presente, son unos instantes que no tienen precio, siento la impresión de haber viajado en el tiempo.
Lanzo una ultima mirada al paisaje, que me da otro sentido y una nueva percepción de la dimensión de todo lo que nos rodea.
ANTO
Lanzo una ultima mirada al paisaje, que me da otro sentido y una nueva percepción de la dimensión de todo lo que nos rodea.
ANTO
¡Qué maravilla, Anto! Y pensar que estamos un montón de sileños que no conocemos nuestra sierra!
Sin duda, haciendo esas rutas, el espíritu se llena de optimismo y acumula fuerzas para enfrentarse luego a los quehaceres de la vida cotidina.
Saludos.
Sin duda, haciendo esas rutas, el espíritu se llena de optimismo y acumula fuerzas para enfrentarse luego a los quehaceres de la vida cotidina.
Saludos.
