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SILES: MADRE...

MADRE

Con qué amor y ternura,
aquella madre,
miraba a su criatura,
embelesada;
y cómo aquel pequeño,
que era un cromo,
buscaba, tras del sueño,
su mirada.

Esas dulces escenas,
sin fisuras,
en pleno al alma llenan
de alegría,
y al mundo muestran
el ejemplo bello,
de dos seres que entran
en armonía.

Ese sin par binomio
que se forma,
y que yo, con encomio,
aquí venero,
madre, te ensalza
a lo más sublime.
Recibe mi alabanza;
yo, te quiero.

Genito
5 Mayo 2.011.