Va caperucita avisitar a su abuelia, pero ya se la había comido el lobo y era éste el que estaba en la cama disfrazado de abuelita.
Caperucita: Abuelita, qué ojos tan grandes tienes...
Lobo: Son para verte mejor.
Caperucita: Abuelita, qué orejas tan grandes tienes...
Lobo: Son para oirte mejor.
Caperucita: Abuelita, qué manos tan grandes tienes...
Lobo: Son para acariciarte mejor.
Caperucita: Abuelita, qué narices tan grandes tienes...
Lobo: Son para olerte mejor.
Caperucita: ¡Ay, abuelita!, qué boca tan grande tienes...
Lobo: ¡Pero bueno, niña! ¿tú a qué has venido? A hacerme una visita, o a criticarme.
Caperucita: Abuelita, qué ojos tan grandes tienes...
Lobo: Son para verte mejor.
Caperucita: Abuelita, qué orejas tan grandes tienes...
Lobo: Son para oirte mejor.
Caperucita: Abuelita, qué manos tan grandes tienes...
Lobo: Son para acariciarte mejor.
Caperucita: Abuelita, qué narices tan grandes tienes...
Lobo: Son para olerte mejor.
Caperucita: ¡Ay, abuelita!, qué boca tan grande tienes...
Lobo: ¡Pero bueno, niña! ¿tú a qué has venido? A hacerme una visita, o a criticarme.