Sobre el jaleo de las fiestas de aquel año.
Sucedió que, Don Juan, el cura, muy autoritario él, dijo a las autoridades que, si había verbena, el no celebraba ninguna fiesta religiosa, y, en consecuencia, el Ayuntamiento decidió no celebrar las fiestas.
Se movilizó el pueblo de tal manera, que una noche de Agosto, pocos dias antes del 14, se presentó una enorme manifestación en la puerta del Alcalde, que era a la sazón Don Jenaro Garrido, (El Paseo nº 4), y al grito unánime de ¡queremos fiestas! ¡queremos fiestas!, lograron que se celebraran, y también la fiesta religiosa.
Sucedió que, Don Juan, el cura, muy autoritario él, dijo a las autoridades que, si había verbena, el no celebraba ninguna fiesta religiosa, y, en consecuencia, el Ayuntamiento decidió no celebrar las fiestas.
Se movilizó el pueblo de tal manera, que una noche de Agosto, pocos dias antes del 14, se presentó una enorme manifestación en la puerta del Alcalde, que era a la sazón Don Jenaro Garrido, (El Paseo nº 4), y al grito unánime de ¡queremos fiestas! ¡queremos fiestas!, lograron que se celebraran, y también la fiesta religiosa.
Hablando de curas... Hubo un cura muy bueno en Siles, ¿cómo le decían? ¿el cura Blanco?
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