Eso de "luz que se ha perdio un peine", lo deciamos cuando jugábamos al escondecorreas, para, una vez escondida, avisar que ya se podía ir a buscar. Por extensión, algunas veces la aplicábamos a alguna otra cosa, como la que dice Sefa.
"La despedia de Crsito, que me visto",
"La despedia de Crsito, que me visto",