Claro que sí, María. Era bastante fácil.
Amancio hablaba poco, prácticamente se limitaba a asentir lo que decía Manolico, de tal manera que las palabras de ambos, eran estas: Decia Manolico, "Verdaderamente... esto o lo otro; porque, verdaderamente... tal y cual". A lo que añadía Amancio, "Eso digo yo", y seguía repitiendo a cada expresión de su compañero, "eso digo yo"... "eso digo yo".
Una de las cosas en las que mas interés ponian, era en quitarnos la pelota con la que, en cualquier sitio, nos poniamos a jugar al futbol. Cuando lo conseguían, se sentían realizados.
Amancio hablaba poco, prácticamente se limitaba a asentir lo que decía Manolico, de tal manera que las palabras de ambos, eran estas: Decia Manolico, "Verdaderamente... esto o lo otro; porque, verdaderamente... tal y cual". A lo que añadía Amancio, "Eso digo yo", y seguía repitiendo a cada expresión de su compañero, "eso digo yo"... "eso digo yo".
Una de las cosas en las que mas interés ponian, era en quitarnos la pelota con la que, en cualquier sitio, nos poniamos a jugar al futbol. Cuando lo conseguían, se sentían realizados.
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