Yo creí que no tenía enemigos en mi
pueblo porque salí de él hace 50 años y creo que no dejé ninguno.
Hoy, ya jubilado y con más de 70 años, me dedico a escribir, que es mi pasión, y todo lo que sale de mi mente lo regalo a una ONG para que con los beneficios se ayude a las personas más desfavorecidas.
Mi novela DIALOGOS ENTRE EL FRASCO Y EL POCHO va por la 2ª edición, se han vendido más de 7.000 ejemplares, pero viene ahora un señor, por llamarlo de alguna forma, y dice que es una chorrada,
... (ver texto completo)