A mí esto de las cofradías no me gusta nada, pero tengo que reconocer el mérito de esas mujeres que llevaron "con un par de narices" a la Dolorosa el Viernes
Santo, (no como los del Nazareno empujando a un
carro) fué lo único que dió un toque de decencia e esa
noche. Lo demás penoso: el Nazareno sobre ruedas, el
Cristo tumbado y bailado por unos crios, el Sepulcro otro tanto de lo mismo, y encima ni podían con él, pátetico.