Con vestigios del pasado y sigilosamente nos va acechando el
invierno, con su
manto estelar nos gobernara el tiempo venidero para aplacar nuestras inciertas vidas, las
montañas lo saben, los animales lo notan, los
arboles se desnudan solemnes y dignos se van despojando de sus
colores para mantear la tierra que los acoge, sabios y eternos, el invierno se va apelmazando entre las
calles de nuestas vidas como una bruma se infiltra calladamente, se hace presente.
Digno señor que domina media tierra
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