Yo de crio vivía en la calle del Arroyo (Teodoro Calvache, 5) a principios y mediados de los años 50. Recuerdo que por mi calle pasaban a hombros todos los feretros de las personas que morían y las llevaban al cementerio. Pues allí que estaba yo con 8 años detras del cortejo funebre sin tener que ver yo nada con el fallecido. Y todo esto era porque al llegar al cementerio destapaban el ataud para dar el ultimo adios al difunto y alli estaba yo disfrutando viendo al muerto. Qué cosas hay que ver. ... (ver texto completo)