Era un viejo camino de tierra, hoy es la 322.Un camino que lleva a la Vega de la Higuera, un camino de barrizales en dias de lluvia, un polvoriento camino en dias de Solano.En primavera y con los primeros claros del dia el intenso rojo de las amapolas te envelesaban.A finales de Verano y para Santiago el panorama era desolador, los rastrojos y el melancólico Otoño.
Al final de Barrazano Tomillos, Romeros y pinares envuelven de un suave aroma la mañana.Serpenteante el viejo camino asfaltado, serpenteante el Guadiana.Olivos y chopos le abrigan.Un viejo puente le cruza, al otro lado el silencio es roto por los chasquidos de azadones, alforjas cuelgan de los viejos olivos, bajo las alforjas atento y desconfiado su fiel amigo.Un incesante corretear por las acequias, barquitos de papel que desaparecen al final de la acequia.
(Este relato era para el camino, hoy la 322 de Barrazano, y ya voy por la vega de la Higuera.Voy a volver otra vez a Barrazano.La verdad que me he ido por la parte más bonita, pués por la otra parte, aparte de los Olivos estaban las "marraneras" y los somieres formando valla al lado del Cementerio.¡Voy por la otra parte a ver que me sale).
Para Santiago el viejo y polvoriento camino fue muy transitado, amenas conversaciones a lomos de los mulos o burros (no todos teniamos mulos).Visperas de feria, final del Verano, nerviosismo en las mocitas en edad casadera, ancianos que a regañadientes Debian volver, niños enbueltos en el mismo sueño de la noche anterior.
Al final del camino, el viejo cementerio, sus muros de barro y piedra.Lo que antes era una era para trillar se volvio en un improvisado campo para jugar al futbol.
Un ir y venir de feriantes por la vieja carretera de los Picos, calles engalanadas.Una valla de hierro cierra el viejo jardin, en su interior noches de euforia, miradas cruzadas, miradas complacientes.chiquerio perplejo ante el arte y habilidad para montar la feria, luces de colores, banderas de naciones desconocidas.De la tradicional Cal blanca se visten las viejas paredes para la ocasión.comerciantes y sus mejores telas para deslumbrar a las mocitas que en esos dias se comprometeran.El guardia y su mejor traje para la ocasión.Todo era un componente especial para dias de feria, para dias que nunca se olvidaran.
Martinico.
Al final de Barrazano Tomillos, Romeros y pinares envuelven de un suave aroma la mañana.Serpenteante el viejo camino asfaltado, serpenteante el Guadiana.Olivos y chopos le abrigan.Un viejo puente le cruza, al otro lado el silencio es roto por los chasquidos de azadones, alforjas cuelgan de los viejos olivos, bajo las alforjas atento y desconfiado su fiel amigo.Un incesante corretear por las acequias, barquitos de papel que desaparecen al final de la acequia.
(Este relato era para el camino, hoy la 322 de Barrazano, y ya voy por la vega de la Higuera.Voy a volver otra vez a Barrazano.La verdad que me he ido por la parte más bonita, pués por la otra parte, aparte de los Olivos estaban las "marraneras" y los somieres formando valla al lado del Cementerio.¡Voy por la otra parte a ver que me sale).
Para Santiago el viejo y polvoriento camino fue muy transitado, amenas conversaciones a lomos de los mulos o burros (no todos teniamos mulos).Visperas de feria, final del Verano, nerviosismo en las mocitas en edad casadera, ancianos que a regañadientes Debian volver, niños enbueltos en el mismo sueño de la noche anterior.
Al final del camino, el viejo cementerio, sus muros de barro y piedra.Lo que antes era una era para trillar se volvio en un improvisado campo para jugar al futbol.
Un ir y venir de feriantes por la vieja carretera de los Picos, calles engalanadas.Una valla de hierro cierra el viejo jardin, en su interior noches de euforia, miradas cruzadas, miradas complacientes.chiquerio perplejo ante el arte y habilidad para montar la feria, luces de colores, banderas de naciones desconocidas.De la tradicional Cal blanca se visten las viejas paredes para la ocasión.comerciantes y sus mejores telas para deslumbrar a las mocitas que en esos dias se comprometeran.El guardia y su mejor traje para la ocasión.Todo era un componente especial para dias de feria, para dias que nunca se olvidaran.
Martinico.