Toda una vida al pastoreo en Cerro-Miguel.Ya de mayor en las casas nuevas de vecino lo tuvimos.
Con los primeros rayos de sol se le podia ver sentado en unas de las aceras de la calle San Isidro.Pantalón y chaqueta negra, camisa de cuadros y su vieja boina.En su mano siempre una pequeña rama de Olivo para ahuyentar alguna que otra mosca.Estendia su mano derecha para pedir unas pesetas para chucheria a los que por la calle pasamos.Siempre se lo reprocho la muy buena Señora que le cuidaba, pero nosotros los crios le acostumbremos mal en la calle, no se dejaba engañar, era astuto.
Conocia muy bien la tienda de la Antoñita, púes ella aunque sin querer ya sabia lo que él queria y le gustaba de las chucherias.Su presencia nos resultaba familiar e incluso hoy dia se le recuerda muy entrañablemente.Cuando se habla de las casas Nuevas no se puede dejar de hablar de aquella entrañable persona que fué (El Tió Angel).
Martinico.
Con los primeros rayos de sol se le podia ver sentado en unas de las aceras de la calle San Isidro.Pantalón y chaqueta negra, camisa de cuadros y su vieja boina.En su mano siempre una pequeña rama de Olivo para ahuyentar alguna que otra mosca.Estendia su mano derecha para pedir unas pesetas para chucheria a los que por la calle pasamos.Siempre se lo reprocho la muy buena Señora que le cuidaba, pero nosotros los crios le acostumbremos mal en la calle, no se dejaba engañar, era astuto.
Conocia muy bien la tienda de la Antoñita, púes ella aunque sin querer ya sabia lo que él queria y le gustaba de las chucherias.Su presencia nos resultaba familiar e incluso hoy dia se le recuerda muy entrañablemente.Cuando se habla de las casas Nuevas no se puede dejar de hablar de aquella entrañable persona que fué (El Tió Angel).
Martinico.