Cazuelo, GENAVE

Yo compraba mi onza de chocolate casa de Nieto. Su precio: 1 peseta y me duraba hasta el final del "mendrugo" de pan siendo el mejor bocado el último por aquello que llevaba más "condumio" que pan.
En un cazo como este me hacía mi abuela chocolate del Cristo de Villajos y de los Muñecos. En algunas de las pastillas salían cromos. Yo logré completar la colección de "Garbancito " y "Don Quijote de la Mancha". Mi merienda preferida era pan con una onza de chocolate.
"Viendo la choza se conoce al guarda" dice un refrán muy genavero pues bien, el dueño o la dueña de este cazo seguro que se le pueden atribuir buenas cualidades en lo referente a la limpieza.
Estos utensilios de cobre se traían generalmente de Riopar o se compraban en las ferias de La Puerta o Siles. Se utilizaban poco porque casi siempre se tenían de adorno.