Cierto que es una
fiesta entrañable porque todo parte de la iniciativa del
pueblo que costea, en la medida de lo posible, unos gastos bastante elevados. Pero es significativo el interés y la colaboración de la mayoría para que las cosas salgan "a pedir de boca".Los Pizarrines en la sintonía de siempre, o sea, que por
música que no sea y, pese a la poca embocadura por el descanso invernal, las cosas salieron como se esperaba.