Yo tambien iba a lleva la talega a mi padre, y tambien recuerdo ese olor tan carasteristico y ese ruido tan tremendo que no podias ni hablar luego llegabas a la cocina con esos lumbrones... Que delicia, que compañerismo donde se ha ido eso garcileños ahora somos uno envidiosos y son mala
sombra que lo unico que hacemos es criticar al vecino y en vez de ayudar ponerle la zancadilla, aver si pensamos en el amor al projimo y viviremos todos mucho mejor y con la armonia que habia antes.
Una persona
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