Llevo varios días queriendo escribir, y no he podido sacar el momento; pero esta mañana me he dicho que lo primero vosotros; que si no, luego, tampoco me pongo.
Ya llevan las niñas unos días en casa después de la experiencia de haber estado dos semanas en un colegio inglés de campamento en Madrid; y como fuimos a por ellas allí, pues la visita a nuestra querida Socia, era inevitable, jeje.
Para mí fue un sueño ir a su casa, puesto que pensaba que a lo mejor nunca lo podría hacer; así que, otro sueño realizado, jeje. ¡Qué deciros de la Socia y su familia...! ¡tod@s los conocéis...! pero allí en su terreno, en su casa, es todo más a lo "bestia", si cabe. Se desvivían por sacar todo tipo de manjares elaborados por nuestra amiga; y después, la pobre Encarna, no sabía qué sacarme para que estuviera cómoda con mis piernas; hasta nos fuimos a darnos un bañito a casa de su hermana, que eso las reconfortó bastante. Y lo que más me reconfortó a mi, fue poder estar unas horillas de charla con ella.
Disfruté mucho en su casa; en cada rincón, tanto dentro de la casa como en el maravilloso jardín, se ve con el amor con que Encarna y nuestro querido Paquillo construyeron su hogar. Se le echó en falta, pero se nota su presencia; porque aunque no esté físicamente, está su huella por todas partes.
UN BESO MUY FUERTE, y MUCHAS GRACIAS POR TODO. Ahora te toca a tí hacernos una visita cuando puedas.
Ya llevan las niñas unos días en casa después de la experiencia de haber estado dos semanas en un colegio inglés de campamento en Madrid; y como fuimos a por ellas allí, pues la visita a nuestra querida Socia, era inevitable, jeje.
Para mí fue un sueño ir a su casa, puesto que pensaba que a lo mejor nunca lo podría hacer; así que, otro sueño realizado, jeje. ¡Qué deciros de la Socia y su familia...! ¡tod@s los conocéis...! pero allí en su terreno, en su casa, es todo más a lo "bestia", si cabe. Se desvivían por sacar todo tipo de manjares elaborados por nuestra amiga; y después, la pobre Encarna, no sabía qué sacarme para que estuviera cómoda con mis piernas; hasta nos fuimos a darnos un bañito a casa de su hermana, que eso las reconfortó bastante. Y lo que más me reconfortó a mi, fue poder estar unas horillas de charla con ella.
Disfruté mucho en su casa; en cada rincón, tanto dentro de la casa como en el maravilloso jardín, se ve con el amor con que Encarna y nuestro querido Paquillo construyeron su hogar. Se le echó en falta, pero se nota su presencia; porque aunque no esté físicamente, está su huella por todas partes.
UN BESO MUY FUERTE, y MUCHAS GRACIAS POR TODO. Ahora te toca a tí hacernos una visita cuando puedas.