¿Qué os voy a contar?... Viernes medio día coge el coche Madrid-Gijón, cena larga y abundante que termina a la media noche. Sábado media mañana, te colocas la corbata la ceremonia es a las doce, a la una, empiezan los aperitivos que acaban a media noche, con una recena, domingo todavía zombi, te levantas y otros 500 kms. Entre pecho y espalda. Como veis, todo lo contrario de lo que se debe hacer en mi situación y muy lejos de lo que hubiera hecho ahí, en mi pueblo, con mis amigos en un fin de semana tan deportivo, como el que habéis.
¡En fin! Y luego, hay quien no cree justificada mi envidia
¡En fin! Y luego, hay quien no cree justificada mi envidia